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lunes, 17 de julio de 2017

ACROMEGALIA




Qué es la acromegalia

La acromegalia se considera una enfermedad rara, un trastorno hormonal que afecta directamente a la hormona del crecimiento, cuando la glándula pituitaria la produce en exceso. Este hecho produce un engrosamiento de la piel, es decir, un crecimiento de los tejidos y una consecuente ampliación de los huesos, especialmente en las extremidades (manos y pies) y en la cara, dando lugar al gigantismo o crecimiento anormal. Aunque dicha enfermedad puede diagnosticarse entre los 10 y 15 años, no es hasta la edad adulta cuando la acromegalia se presenta por completo, dado que durante la pubertad  y adolescencia la hormona del crecimiento todavía puede seguir secretándose, en este caso más de la cuenta.
La acromegalia es una enfermedad poco frecuente, pero muy notoria, dados los cambios físicos que experimenta la persona quue la padece. No obstante, los síntomas suelen presentarse de manera gradual, por lo que cuesta diagnosticar el trastorno de inmediato. Existen tratamientos con los que se reduce el riesgo de sufrir complicaciones y con los que, además, se puede conseguir revertir los síntomas, aunque no es una enfermedad con cura definitiva.

Causas

La acromegalia tiene una causa única: la producción en exceso de la hormona de crecimiento. Sin embargo, esta producción desorbitada, que se da en la glándula pituitaria – ubicada en la base del cerebro, justo detrás de la nariz. Como sabrás, la hormona del crecimiento es uno de las más importante tanto en el desarrollo del menor, como en el crecimiento y la regeneración de huesos y tejidos. Pero, ¿por qué se produce en exceso? La respuesta es clara: los tumores son la causa común de la producción de la hormona de crecimiento desmesurada. Los tumores pueden ser de dos tipos:
  • Tumor pituitario: es el tipo de tumor más frecuente que desencadena la acromegalia. Se trata de un tumor benigno, es decir, no canceroso, que se ubica en la glándula pituitaria. Este tumor eejerce presión sobre los tejidos que le rodean a medida que crecen y, además, intensifican la producción de la hormona de crecimiento. La presión que causa el tumor pituitario es la culpable de la aparición de algunos síntomas más comunes de la acromegalia: dolor de cabeza y problemas de visión.
  • Tumor no pituitario: existen tumores tanto benignos como cancerosos que se ubican en otras partes del cuerpo y que también pueden provocar el desarrollo de la acromegalia. Éstos se ubican normalmente en pulmones, páncreas o glándulas suprarrenales. Estos tumores se dedican a producir liberadores de hormonas que afectan directamente a la glándula pituitaria, estimulándola en la producción de hormonas de crecimiento.

Síntomas

La acromegalia afecta directamente al crecimiento desmesurado de tejidos y huesos del cuerpo, afectando principalmente a las extremdidades (pies y manos) y a la cara.
El dolor en las articulaciones o la espalda, también es muy frecuente. Los cambios que genera la acromegalia suelen presentarse de manera lenta y gradual, pero finalmente notorios: hinchazón de la nariz, deformación en la cara, sobre todo en la parte de la mandíbula, separación de los dientes o ensanchamiento de los labios. Algunos de los síntomas más destacados de la acromegalia son:
  • Agrandamiento de manos y pies.
  • Ampliación notoria de los rasgos faciales.
  • Protursión de la mandíbula inferior.
  • Sudoración excesiva y, en consecuencia, olor corporal.
  • Piel gruesa y excesivamente aceitosa.
  • Marcas en la piel.
  • Fatiga y debilidad muscular.
  • Deterioro de la visión.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor de espalda.
  • Dolor articular y movilidad limitada
  • Ciclos menstruales irregulares, en las mujeres.
  • Disfunción eréctil en los hombres.
  • Agrandamiento de órganos vitales tales como los riñones, el corazón, el hígado o el bazo, entre otros.
  • Aumento del tamaño del tórax.

Diagnóstico y tratamiento

Es importante acudir a un médico si se sienten algunos de los síntomas comentados anteriormente. Él, como profesional, realizará un exámen médico para concretar su historial clínico. Generalmente se llevan a cabo diversas pruebas para diagnosticar la acromegalia. Por ejemplo, la medición del IGF-1, es decir, otra hormona generada por la hormona del crecimiento con un alto nivel en sangre si se tiene acromegalia. También se determina la causa midiendo la hormona del crecimiento antes y después de beber glucosa y, por último, se realizan resonancias mafnéticas para determinar el tamaño y la localización del tumor que ha desencadenado la enfermedad.
Una vez diagnosticada la acromegalia el médico intentará estavilizar los niveles hormonales o eliminar el tumor, por lo que el tratamiento inicial es la cirugía. Aunque no es una enfermedad que se cure del todo, puede mejorar mucho la vida del cliente, dependiendo siempre de la extensión del tumor y de la situación específica de la persona que lo sufre. También se puede llevar a cabo un tratamiento farmacológico preescrito por el profesional. Hoy en día existen distintos medicamentos que permiten controlar eficazmente la enfermedad. Por último, puede que los pacientes deban llevar a cabo sesiones de radioterapia para aquellos que no toleran ciertos fármacos o bien persiste la hiperesecreción hormonal en ellos.