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viernes, 18 de agosto de 2017

MASTITIS

¿Qué es?

La mastitis, proceso inflamatorio que en general desarrolla una infección mamaria, afecta con mayor frecuencia a mujeres en edades comprendidas entre los 18 y 50 años. Actualmente es mucho menos frecuente de lo que solía ser.
La mastitis puede dividirse en dos grupos: las que tienen lugar en mujeres que están lactando y las que se presentan espontáneamente.

Infección en la lactancia materna

Durante la lactancia materna es mucho más probable que aparezca la mastitis durante las primeras seis semanas de lactancia, aunque algunas mujeres la desarrollan durante el destete. Al haber actualmente una mejor higiene, la infección mamaria durante la lactancia es mucho menos frecuente de lo que solía ser. Es importante de todas maneras tener cuidado en todo momento e intentar evitar la infección prestando especial atención a la higiene.
Si tiene problemas con el bebé y la lactancia materna busque el consejo de una matrona o del pediatra.

¿Cuáles son los síntomas de la infección en la lactancia materna?

Los primeros síntomas de la infección mamaria son dolor, hinchazón, enrojecimiento y una mayor sensibilidad. Puede comenzar a sentirse mal, como si tuviera la gripe con temperatura alta y dolores generalizados y dolores de cabeza.
Puede darse cuenta antes de que la infección sea aparente, porque aparecen grietas en el pezón o en la piel de alrededor o también porque parte del pecho ha aumentado de tamaño al no drenar adecuadamente.

Si sospecha que está desarrollando una infección, debería acudir al médico tan pronto como le sea posible. Con toda probabilidad se le recetará un antibiótico que pueda administrarse sin problemas mientras esté en periodo de lactancia.
Es importante que continúe con la lactancia materna, ya que el drenado de la leche infectada puede reducir la posibilidad de formación de un absceso. El bebé no adquirirá los gérmenes a través de la leche ya que se eliminarán rápidamente en su estómago.
Si por alguna razón no puede continuar con la lactancia, debería extraerse la leche usted misma con un sacaleches.
Si tras empezar a tomar el tratamiento con antibióticos la infección no remite rápidamente, es probable que se haya desarrollado un absceso y su médico de cabecera la enviará al hospital para que se lo drenen. Solía ser necesario administrar anestesia general para drenar un absceso mamario pero ahora es posible tratarlo con anestesia local, bien mediante la extracción del pus utilizando una aguja, o bien realizando un pequeño orificio en el pecho y drenando el absceso.

Infección fuera de la lactancia

Las mujeres que no están en periodo de lactancia materna pueden de todas formas desarrollar la infección. El área afectada con mayor frecuencia es la zona cercana al pezón. La mayoría de las mujeres que sufren este tipo de infección tienen alrededor de 30 años y aproximadamente el 90% de ellas son fumadoras. Parece que algún componente del cigarrillo daña los conductos por debajo del pezón y hace que se infecten. En ocasiones, la infección también se produce tras un fuerte golpe en la zona. Este tipo de infección se conoce como mastitis periductal y provoca dolores y enrojecimiento alrededor del pezón, asociándose a veces con un tumor.
Los antibióticos eliminarán la infección, pero si el conducto por debajo del pezón está dañado, es probable que vuelva a surgir la infección. Si la infección se repite varias veces, es probable que tenga que ser operada para extirpar el conducto o conductos enfermos.

Infección de la piel sobre el pecho

Algunas mujeres con grandes senos notan que la piel bajo los mismos se les infecta en repetidas ocasiones. Esto ocurre debido a que esta zona está caliente y sudorosa, siendo este el entorno ideal para el desarrollo de los hongos.
Una vez que la crema con antibióticos haya eliminado la infección, será necesario que se asegure de mantener la zona bajo los senos lo más seca y limpia posible. Para ello, deberá al menos lavar la zona dos veces al día y secarla con una toalla de algodón o incluso utilizar el secador de pelo para secar la piel completamente.
Debería evitar el uso de talco o cremas y procurar llevar algodón próximo a la piel, mediante un sujetador con interior de algodón o poniéndose una camiseta de este tejido por debajo. Si tiene sobrepeso, puede reducir las posibilidades de padecer otros episodios infecciosos perdiendo peso. Si tiene los senos grandes, puede ser una buena idea preguntar al médico si sería beneficioso someterse a una intervención de reducción.