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sábado, 22 de julio de 2017

HIPERHIDROSIS

Qué es

La sudoración excesiva (hiperhidrosis) puede afectar a toda la superficie de la piel, pero por lo general está limitada a las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas o las ingles. La zona afectada suele ser rosada o blanco-azulada y en los casos graves la piel puede presentar fisuras, descamarse y ablandarse, especialmente en los pies. A veces la zona afectada desprende un olor fétido (bromidrosis), causado por bacterias y levaduras que descomponen el sudor y la piel mojada.
Las manos y los pies sudorosos son una respuesta normal a la ansiedad y también es habitual que una persona sude mucho cuando tiene fiebre. Sin embargo, una sudación frecuente y abundante en todo el cuerpo requiere atención médica porque puede ser un signo de hiperactividad del tiroides, una baja concentración de glucosa en la sangre o una alteración en la región del sistema nervioso que controla la sudoración. 
La sudoración excesiva o hiperhidrosis es un trastorno frecuente que ocasiona importantes molestias e incluso favorece las infecciones. Las personas que padecen esta enfermedad producen sudor en cantidades mucho más grandes de las necesarias para controlar su temperatura corporal. Se trata de una patología que afecta por igual a hombres y a mujeres; por lo general, comienza a manifestarse en la infancia y la adolescencia.
La sudoración excesiva tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas. Según la encuesta Experiences with Sweating, realizada por la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis con una muestra de 1.361 adultos de Estados Unidos y Canadá en el año 2005, este trastorno llega incluso a condicionar la elección del tipo de trabajo, la vestimenta y la participación en actividades sociales de quienes lo padecen. Además, un 34 por ciento de los participantes en el estudio piensa que sudar excesivamente en público es peor que tener miedo escénico, y un 30 por ciento cree que produce más vergüenza que tener acné o sufrir obesidad.

Causas

Las causas que originan la sudoración excesiva se desconocen, si bien los datos sugieren que puede existir una predisposición genética. Según la Health A-Z Encyclopaedia, dos tercios de los pacientes que sufren hiperhidrosis tienen un familiar con este mismo trastorno.
Factores de tipo emocional como el estrés, la tensión y la ansiedad pueden incrementar la actividad de las glándulas sudoríparas y, por lo tanto, agravar la hiperhidrosis.
En ocasiones, el sudor es consecuencia de una infección mixta por hongos o bacterias.

Síntomas

El síntoma de la hiperhidrosis es un exceso de sudor que se produce sobre todo en las axilas, las ingles, las palmas de las manos, las plantas de los pies, aunque también puede hacerse evidente en zonas como la frente o el labio superior. Como consecuencia, puede aparecer mal olor corporal, por lo que es necesario extremar la higiene y tomar medidas para reducir sus efectos.

Prevención

Las principales medidas de prevención son:
  • Usar prendas frescas que permitan la transpiración y preferiblemente de fibras sintéticas en vez de fibras naturales, pues repelen el sudor y mantiene la ropa seca.
     
  • Mantener la vivienda y el lugar de trabajo fresco y bien ventilado.
     
  • Evitar el consumo de alcohol, café, té, tabaco y alimentos picantes que puedan estimular la producción de sudor.
     
  • Reducir los efectos psicológicos relacionados con la sudoración, como el estrés, la tensión y la ansiedad.
  • Extremar la higiene corporal y utilizar productos desodorantes para reducir lo máximo posible el mal olor corporal.
     
  • Llevar encima una muda de ropa para poder cambiarse a lo largo del día en caso de necesidad.
     
  • Usar ácido bórico o polvos de talco para regular la sudación, especialmente en los pies.

Diagnóstico

Los síntomas de la sudoración excesiva son fácilmente perceptibles, por lo que no es necesaria la realización de pruebas específicas para llegar al diagnóstico. Sin embargo, los análisis de sangre pueden detectar si la función tiroidea o los niveles de glucosa en sangre son anormales y determinar así los casos en los que la hiperhidrosis esté provocada por hiperactividad del tiroides o una baja concentración de glucosa en sangre.

Tratamientos

A veces el sudor es consecuencia de una infección mixta por hongos o bacterias, por lo que el tratamiento va dirigido en primer lugar a controlar la infección y, en consecuencia, la sudación va desapareciendo. En los casos en los que la hiperhidrosis esté causada por ansiedad, el asesoramiento psicológico o un tratamiento con ansiolíticos pueden aliviar los síntomas. Y cuando la sudoración sea severa, se hace necesario el uso de fármacos específicos.
El exceso de sudor también puede ir acompañado de mal olor, que se produce por la degradación de pequeños microorganismos, como los hongos. Para controlarlo, es necesario mantener minuciosamente limpia la zona afectada; de este modo se eliminan los microorganismos responsables del olor. El baño diario con un jabón líquido que contenga clorhexidina u otro antiséptico y la aplicación de un preparado de clorhidróxido de aluminio (presente en la mayoría de los desodorantes comerciales) son eficaces contra el olor; puede ser útil el afeitado del vello de las axilas. Algunas personas pueden necesitar cremas antibacterianas o lociones con antibióticos (como clindamicina o eritromicina) para eliminar el olor. 
Estos son los principales tratamientos disponibles:

Soluciones antitranspirantes

Una sudoración abundante en las palmas de las manos, las plantas de los pies o las axilas puede ser controlada hasta cierto punto con la aplicación por la noche de una solución de cloruro de aluminio. En primer lugar se seca la zona afectada, a continuación se aplica la solución y por último se recubre todo ello con una fina película plástica. Por la mañana, se retira la película y se lava la zona. Algunas personas necesitan dos aplicaciones diarias; esta pauta suele aliviar el problema durante una semana. Si la solución irrita la piel, debería interrumpirse el uso de la película plástica.
Una solución de metenamina también puede ayudar a controlar la sudoración abundante.
Estos tratamientos tópicos suelen usar como una medida inicial, ya que en la mayoría de los casos es necesario recurrir a otros tratamientos.

Iontoforesis

Es una técnica que consiste en introducir en la piel sustancias que inhiben la transpiración utilizando para ello corriente eléctrica. Se utiliza sobre todo para eliminar el sudor que se produce en las axilas, una zona especialmente sensible, por lo que puede causar molestias.

Toxina botulínica

La toxina botulínica (botox) tipo A aplicada de forma local intradérmica ha revolucionado el manejo de los pacientes con hiperhidrosis focal idiopática. Es un tratamiento que se realiza de forma ambulatoria; la sesión dura entre 15 y 30 minutos. Sus efectos se mantienen en torno a siete meses y su eficacia es cercana al 100 por cien. Según el estudio Effect of botulinum toxin type A on quality of life measures in patients with excessive axillary sweating: a randomiced controlled trial, realizado en 2012, el 89 por ciento de los pacientes sometidos a este tratamiento está satisfecho con los resultados desde la primera semana de aplicación, porcentaje que asciende al 93 por ciento en la semana 16.
Entre sus inconvenientes destacan su elevado precio, el dolor que ocasiona en determinadas zonas y su duración limitada. Los especialistas recomiendan una segunda aplicación cuando se empiece a notar una vuelta a la sudoración excesiva, lo que suele ocurrir pasados entre cuatro y nueve meses.

Simpatectomía transtorácica

Es eficaz para combatir la hiperhidrosis en axilas y manos, ya que supone la eliminación de los ganglios encargados de estimular la sudoración en estas zonas. Los resultados de este procedimiento son definitivos, aunque el principal inconveniente es que produce hiperhidrosis compensatoria (aumento de la sudoración en las partes del cuerpo que no han sido intervenidas).

Cirugía local

Esta operación implica la eliminación de forma definitiva de las glándulas sudoríparas de una zona concreta mediante un curetaje subcutáneo.

Láser

Es un procedimiento novedoso que elimina las glándulas sudoríparas por calentamiento. Debido a su reciente desarrollo, todavía no se conocen con exactitud los posibles riesgos para la salud de este método.